Con la llegada del invierno llega también el mal tiempo, las lluvias, tormentas y en algunos casos podemos enfrentarnos a fuertes temporales de viento y mar. Ante estas situaciones, una de nuestras principales preocupaciones será cómo proteger nuestra embarcación para evitar posibles daños considerables.
Una de las principales medidas que se deben tomar es estar informado/a en todo momento del estado del mar y del tiempo. Sabiendo con antelación cuáles van a ser las condiciones meteorológicas cerca de la embarcación, podemos organizarnos con antelación para protegerla forma más eficiente.
Teniendo en cuenta el punto anterior, si no nuestro barco debe permanecer en puerto existen algunas medidas de protección que podemos tomar. Tenemos que procurar que quede amarrado a pilares o norays resistentes, uno de las causas de daño son los amarres estrechos y fijos.
Refuerza las lineas de amarre pero sin tensarlas demasiado, ya que debemos dejar margen para que el barco pueda moverse con las subidas y bajadas del mar. Por otro lado, es conveniente retirar del barco cualquier elemento no fijo para evitar que el viento fuerte pueda llevárselo. También podemos proteger el barco cubriéndolo con protectores de rozamiento y reforzando aquellas partes que creamos que puedan sufrir más el temporal.
Por otro lado y si tenemos la posibilidad, otra medida recomendable es retirar el barco del puerto y de cualquier zona cercana al mar. Si disponemos de un remolque, deberemos comprobar que está en buenas condiciones por si hubiera que usarlo con urgencia.
Una vez retirado del puerto, si tenemos la opción, lo más adecuado será guardarlo en un garaje pero si no tenemos esta posibilidad deberemos dejarlo en exterior pero asegurándonos de que queda muy estable y así evitar que pueda ser arrastrado por el viento. Para ello, podemos llenarlo de agua y dejarlo sin drenaje para así añadir un peso extra y estabilizarlo más.
Por otro lado, es conveniente asegurarnos de que no haya nada alrededor que pueda ser derribado por el viento o las fuertes corrientes y que pueda acabar dañando nuestra embarcación.
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